jueves, 5 de julio de 2012

wicca y poder

Ser wicca no es solo hacer magia y hacer magia no es solo decir unas cuantas palabras y quemar incienso. Pero vamos por partes.
La Wicca, mal que me pese, es una religión. Personalmente la palabra RELIGION me genera una mala predisposición, por lo cual yo prefiero decir que es una filosofía. Al margen de ese punto, el hecho de ser una religión conlleva ciertas prácticas asiduas como la celebración de la Rueda Anual en todo su ciclos, la celebración a la luna, y lo más difícil, vivir a través de los valores que propone todos los días. Esos valores que propone la wicca son poquitos: http://wicca-uruguay.blogspot.com/2010/01/3-preceptos.html pero como verán engloba mucho a pesar de que a simple vista parece sencillo. Esos valores están proclamados de lo que se llama la Rede Wicca, que si bien es un poema, no deja de ser tomado muy seriamente por los wiccanos.

Texto de la Rede:


Seguir las leyes Wicca debemos, en perfecto amor y perfecta confianza.
Vivir y dejar vivir, justamente dar y recibir.
Tres veces el círculo has de trazar para a los espíritus no deseados así echar.
Siempre al hechizo finalizar, debes al decir el hechizo rimar.
Luz en los ojos y suave al tocar; habla menos, escucha más.
En actos y nombre a los Antiguos honrar, que el amor y la luz te vuelvan a guiar.
Vé en deosil con la luna creciente, cantando una melodía alegre.
Vé en levógiro cuando la luna mengüe, y el hombre lobo por el terrible acónito aúlle.
Cuando la Luna de la Dama es nueva, su mano dos veces besa.
Cuando viaje a su cima la luna, el deseo en tu corazón busca.
Atención al poderoso vendaval de Norte prestad, cerrad la puerta y la vela bajad.
Cuando el viento del Este comience a soplar, esperad lo nuevo y la fiesta preparad.
Cuando el viento del Sur sientas llegar, el amor en la boca te va a besar.
Cuando el viento del Oeste oigas suspirar, todos los corazones encontrarán descanso y paz.
Nueve maderas van al Caldero; quémalas rápido, quémalas lento.
El Abedul en el fuego va a representar lo que la Dama sabe.
El Roble, del bosque fuerte pilar, en el fuego el conocimiento de Dios te traerá.
El Serbal es un Árbol del poder haciendo la vida y la magia florecer.
El Sauce al borde del río ha de estar siempre dispuesto a en el verano ayudar.
El Espino es quemado para purificar y que la justicia a los ojos puedas mirar.
El Avellano, árbol de la sabiduría y el aprendizaje, suma su fuerza al fuego brillante.
Blanca es la flor que el Manzano da y que nos trae la fruta de la fertilidad.
Las Uvas que crecen sobre la Vid nos dan vino y alegría para vivir.
El Abeto marcado siempre de verde está para representar la inmortalidad.
El Saúco es el árbol de la Dama, no lo quemes o estarás maldito.
Cuatro veces el Sabbat Mayor señalará en la luz y en la oscuridad.
Al igual que el viejo año comienza a disminuir, comienza el nuevo, ya es tiempo de Samhain.
Cuando el tiempo de Imbolc comienza, las flores a través de las nieves observa.
Cuando la rueda rápido comienza a girar, los fuegos de Beltane arderán.
Al la rueda a la noche de Lama señalar, se da poder a la magia ritual.
Cuatro veces los Sabbats Menores caerán, para marcarlos el Sol deberás usar.
Cuando a Yule la rueda ha señalado, se enciende el tronco y reina el Astado.
En primavera, cuando noche y día son iguales, Ostara a nuestro encuentro sale.
Cuando el Sol su más alto punto va a alcanzar, es momento del Nogal y el Roble para luchar.
La cosecha a todos y cada uno llega, cuando el Equinoccio de Otoño se presenta.
A flor, arbusto y árbol presta atención, y la Dama te dará su bendición.
Donde las ondulantes aguas de las cascadas van, tira una piedra y la verdad sabrás.
Cuando tengas y mantengas una necesidad, la avaricia de otros no debes escuchar.
Con un tonto ni una estación has de pasar, o como su amigo contado serás.
Feliz Encuentro, Feliz Partida, calienta el corazón y enciende las mejillas.
La Ley de las Tres Veces deberás en mente tener, tres veces malo y bueno otras tres.
Cuando el infortunio te aceche, lleva la estrella azul en tu frente.
En el amor has de ser sincero a no ser que tu amor te engañe primero.
En estas Ocho palabras la Rede sabes:
"Haz lo que quieras, mientras a nadie dañes".

Este poema se le atribuye a Doreen Valiente,sacerdotisa y colaboradora de Gerald Gardner por algún tiempo.  Se distanció de este último debido a desacuerdos en la forma de tratar algunos temas y creo su propio coven. En la década de los setenta se convirtió en referente y es considerada - junto a otros autores- creadora en parte de lo que conocemos como  Wicca. Menciono esto porque es lo que explica el tinte formal del poema. 
La rama de la wicca que elijamos diría que casi no tiene importancia mientras tenga coherencia con estos principios. Podemos ser más o menos ritualistas, más o menos ceremoniales. Yo el lo personal soy muy ecléctica, y dentro de eso soy poco ceremonial, me gusta ir a lo más sencillo y básico porque creo que el poder de comunicarme con mis dioses está en mi interior y creo que mis dioses están en la naturaleza: en los árboles, en el viento, en el agua... y sintonizar con esa energía no debería requerir mucha parafernalia, sin embargo conozco gente a la cual le agrada lo ceremonial, los adornos, un vestuario apropiado o incluso títulos de iniciaciones y grados. Así como hay personas que les gusta vestirse de traje y otros prefeiren la ropa deportiva, no es más que eso.

Al principio de este artículo mencioné que que la wicca no es solo magia, pero sí es una parte importante. Me he encontrado con wiccanos que no se atreven a realizar encantamientos porque temen a la ley del triple retorno y empiezan a hilar tan fino que no logran conectar con esa parte tan maravillosa. Algunos quizás teman que "no les funcione" y prefieran no intentarlo antes de decepcionarse. Es poco probable que la magia funcione si no creemos en ello dado que la magia no es más que nuestra propia energía proyectada, y así como el pensamiento lateral se va perdiendo a medida que crecemos y nos insertamos en la vida social y el sistema educativo también sucede eso con la proyección del poder personal. Desde pequeños nos restringen la comunicación con la Naturaleza y con nosotros mismos. Hay demasiado ruido. Es habitual que un niño pequeño vea cosas que le son censuradas y se atribuyan a la fantasía infantil solamente porque el mundo ha decidido dirigirse en la dirección opuesta. Crecemos y muchos perdimos en parte o en su totalidad la capacidad de visualizar y proyectar. Afortunadamente podemos aprender de nuevo.

Les presento un ejercicio muy simple que aprendí de un libro que se llama "Magia Gitana" de Patrinella Cooper.

Ejercicio de aquietar la mente: 

Debemos elegir un lugar en el que estemos cómodos y tranquilos, preferentemente al aire libre, pero puede hacerse adentro también. Si lo hacemos en interiores, prepararemos el lugar quemando algún aceite o incienso de nuestro agrado, rodeándonos de cosas que tengan vida, podemos encender algunas velas. Es importante sentirnos a gusto y estar en silencio, con esto me refiero a que no haya ruido artificial como una televisión o una radio encendida. 
Una vez instalados vamos a dejar libre a nuestra mente, no debemos forzarnos a dejar la mente en blanco sino que fluyan los pensamientos. Si queremos podemos mirar alrededor, detenernos en algún detalle un instante... poco a poco nuestra mente se va a ir aquietando. Cuando nuestra mente esté relajada nos imaginaremos que nuestra piel deja de ser tan sólida, que nuestra energía vibra con la energía del Universo que nos rodea, pasamos a ser parte de esa inmensidad, no hay nada que nos separe de esa fuerza, esa energía nos recorre como electricidad.
Respiramos hondo y despacio, llevamos el aire al estómago, cada vez que inhalamos visualizamos la brillante energía de la tierra que ingresa a nuestro cuerpo, por las palmas de las manos, por las plantas de los pies y por la coronilla de la cabeza.
Cuando estemos llenos de luz vamos a volver a bajar las barrera que nos separan de esa energía, vamos a volver a ser nosotros poco a poco, guardando toda esa energía en nuestro cuerpo.
Luego, esa energía la visualizamos abandonando las extremidades hacia el torso y la vemos como una bola brillante de luz pura que se aloja en el plexo solar. Sentimos el bienestar que nos produce y poco a poco oscurecemos esa luz guardándola en lo más profundo de nosotros para utilizarla cuando la necesitemos.