
La diferencia entre la brujería y la tradición oculta radica en algo más que sus orígenes, utensilios y actividades. Existe entre ellas una diferencia filosófica. La tradición oculta separa la humanidad de la naturaleza, de acuerdo con la afirmación que se hace en el libro del Génesis [1:26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 1:28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.] El punto de vista de la brujería es que la humanidad no debería "someter" al mundo natural sino trabajar en armonía con él, y que el ritmo de la vida humana debería estar en consonancia con los ritmos del mundo natural. [...]
La brujería no cree en la existencia de infiernos o cielos en el sentido oculto, y sostiene que la vida es perpetua y que cada ser humano, y quizás todas las criaturas vivas, puede experimentar la vida en la tierra una y otra vez. Por ello la brujería tienen una gran preocupación por la calidad de a vida en la tierra.
La tradición oculta es esencialmente maniquea en su percepción de una guerra entre Dios y el Maligno. La brujería no ve el universo de esa manera, más bien cree que todos los seres del universo obedecen leyes naturales y son capaces de acciones que, desde el limitado punto de vista de la humanidad,pueden considerarse como "buenas" o "malas", pero que no son en sí mismas ni buenas ni malas. Estas acciones pueden ser influidas y alteradas tanto por la voluntad humana como por la intervención del mundo natural, por los cambios rítmicos de las estaciones, los movimientos de los astros y los planetas, y la influencia de los espíritus del lugar y los de todos los seres vivos. El universo es una red de energías entretejidas que cambian constantemente, y no existe en él nada estático.
Para el ocultista, la verdadera superioridad radica en el dominio; para el brujo, en comprender la armonía natural y trabajar dentro de ella. La tradición oculta se ocupa de lo que considera por encima y separado del mundo natural, lo sobrenatural,algo en lo que no cree la religión primitiva.
El retorno de las brujas. Robin Skelton
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