El ocultismo no es una religión como sí lo es la brujería. [...] Puede afirmarse razonablemente que el ocultismo occidental se inició con el judaísmo, aunque la tradición judaica fue muy influida por la magia caldea, babilónica y egipcia. El centro del ocultismo es la creencia en un mundo poblado por muchos "demonios", "ángeles" y "espíritus" sobrenaturales. Si bien la brujería cree que todo lo creado tienen un "campo de energía" que puede ser considerado como un "espíritu", no cree en ninguna potencia que no esté ligada al mundo natural. EL ocultista practica la magia ritual a fin de llamar a los espíritus o demonios y obligarles a cumplir las órdenes del mago. [...] El mago traza un círculo para mantener a los espíritus fuera de él y controlarlos; el brujo traza el círculo para hacer que entre en ese espacio el poder espiritual y usar ese poder.
La diferencia entre la brujería y la tradición oculta radica en algo más que sus orígenes, utensilios y actividades. Existe entre ellas una diferencia filosófica. La tradición oculta separa la humanidad de la naturaleza, de acuerdo con la afirmación que se hace en el libro del Génesis [1:26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 1:28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.] El punto de vista de la brujería es que la humanidad no debería "someter" al mundo natural sino trabajar en armonía con él, y que el ritmo de la vida humana debería estar en consonancia con los ritmos del mundo natural. [...]
La brujería no cree en la existencia de infiernos o cielos en el sentido oculto, y sostiene que la vida es perpetua y que cada ser humano, y quizás todas las criaturas vivas, puede experimentar la vida en la tierra una y otra vez. Por ello la brujería tienen una gran preocupación por la calidad de a vida en la tierra.
La tradición oculta es esencialmente maniquea en su percepción de una guerra entre Dios y el Maligno. La brujería no ve el universo de esa manera, más bien cree que todos los seres del universo obedecen leyes naturales y son capaces de acciones que, desde el limitado punto de vista de la humanidad,pueden considerarse como "buenas" o "malas", pero que no son en sí mismas ni buenas ni malas. Estas acciones pueden ser influidas y alteradas tanto por la voluntad humana como por la intervención del mundo natural, por los cambios rítmicos de las estaciones, los movimientos de los astros y los planetas, y la influencia de los espíritus del lugar y los de todos los seres vivos. El universo es una red de energías entretejidas que cambian constantemente, y no existe en él nada estático.
Para el ocultista, la verdadera superioridad radica en el dominio; para el brujo, en comprender la armonía natural y trabajar dentro de ella. La tradición oculta se ocupa de lo que considera por encima y separado del mundo natural, lo sobrenatural,algo en lo que no cree la religión primitiva.
El retorno de las brujas. Robin Skelton
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