Como se menciona en la entrada anterior, las celebraciones wiccanas pueden dividirse en dos tipos de sabbats: mayores y menores.
Los menores son aquellos que coinciden con el ciclo de la naturaleza y los cambios de estación mientras que los mayores se celebran entre los menores.
Como ya estamos en marzo y dentro de poquito tenemos un sabbat menor voy a empezar por el Equinoccio de otoño, en el hemisferio sur, por supuesto.
Un equinoccio es un día en que el día y la noche tienen exactamente la misma duración en todas las partes del mundo menos en los polos. La palabra equinoccio proviene del latín aequinoctĭum y significa "noche igual" y se da dos veces en el año, en marzo y en setiembre.
Para nosotros, wiccanos del sur, el equinoccio de marzo determina la celebración de Mabón. En la antigüedad los Druidas la llamaban Mea’n Fo’mhair y honraban al Dios del Bosque ofreciendo sidra y vino a los árboles.
Es el momento de agradecer al Dios y a la Diosa las bendiciones que nos han otorgado hasta ahora, de mirar hacia los esfuerzos del pasado y ver que han dado fruto. Se trata de una festividad muy alegre que celebra la abundancia y la generosidad de la Tierra y que completa la recolección del grano que comenzó en Lughnasadh, la celebración anterior que se dió el dos de febrero.
Pero no hay celebración sin reflexión, este día la luz y la oscuridad hallan el equilibrio. A partir de este día la oscuridad irá ganando terreno. El Dios se va debilitando y morirá en la próxima festividad de la rueda.
El comienzo de otoño indica el momento de la serenidad, y comenzamos a prepararnos para afrontar los tiempos del invierno.
En abril, el 30 de abril, llega al hemisferio sur una celebación que el norte ha hecho muy popular: Samhain (en octubre le decimos Halloween) y se trata de uno de los sabbats mayores. Es la celebración que marca el fin de la temporada de las cosechas.
Es también una de las dos noche de "espíritus" en todo el año, siendo la otra Beltane. Es una intervención mágica donde las leyes mundanas del tiempo y el espacio están temporalmente suspendidas y la barrera entre los mundos desaparece. Es un tiempo es que se honra a los antepasados, se recuerda a aquellos que ya no están.
También podemos aprovechar para despedirnos de las cosas de las cuales queremos desprendernos (habitos, miedos, etc).
Según la leyenda, la Diosa se despide del Dios Astado que deja el mundo físico y vuelve a la oscuridad, para renacer en Yule.
Más adelante en la rueda, en junio, cuando se produce el solsticio de invierno podemos celebrar Yule. Se trata nada más y nada menos que del día más corto del año, y la noche más larga. Se celebra el renacimiento del sol, fruto de la unión de la diosa en su fase de doncella y del dios consorte durante el último Beltane. La luz retornará pronto.
Llegamos a Agosto. El segundo día de agosto tiene lugar la festividad de Imbolc. Tradicionalmente Imbolc honra a las semillas que bajo Tierra empiezan a germinar. Es un buen momemnto para pedir inspiracion y guía para los nuevos planes y proyectos, y dedicar algunos momentos a pensar en los ocultos misterios que están teniendo lugar en la oscuridad.
miércoles, 3 de marzo de 2010
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