Quiero compartir con ustedes un pequeño ritual de sanación que he experimentado con éxito. Puede usarse para cualquier problema de salud con raíces en lo emocional, ya sea por estrés o por somatizaciones así como aquellos problemillas que aparecen a partir de un agotamiento físico.
Este ritual requiere conectar con la Tierra por ende es necesario trasladarse a un espacio donde ésta predomine, ya sea un bosque, un prado o simplemente un jardín con espacio. Se recomienda que no haya plantas, arboles ni flores aunque no es indispensable. En mi caso elegí un lugar donde me sentí a gusto y cabe destacar que estaba rodeada de pequeñas flores silvestres.
El ritual es super sencillo, basta con acostarse en el lugar elegido con la cabeza hacia el Sur y las piernas al Norte,(recordemos que en nuestro hemisferio el elemento Tierra se señala al Sur); una vez tendid@ en el suelo separar ligeramente las piernas y mantener los brazos a los lados del cuerpo con las palmas hacia abajo (tocando la Tierra). En esta posición iniciar una respiración lenta y profunda por la nariz, sentir los aromas de la Tierra, de las hierbas; disfrutar de la respiración. Una vez relajados procedemos a la visualización de aquello que nos aqueja, si nos es más sencillo darle una forma y un color en nuestra mente. Llegado este punto visualizamos como ese malestar es absorbido por la Tierra que está debajo de nosotros. El malestar se va derritiendo y se filtra hacia el interior de la Tierra. Seguimos respirando profundamente, nos sentimos un poco más livian@s. Como si un gran peso nos hubiera abandonado. Luego visualizamos la energía de la Tierra entrando en nuestro cuerpo y renovándonos (en este punto es posible sentir un hormigueo o un escalofrío). Una vez cargad@s con la energía de la Tierra podemos incorporarnos lentamente, nos sentiremos en armonía y relajad@s.
Como siempre, no hay que olvidarse de dar gracias a la Naturaleza.
El ritual es super sencillo, basta con acostarse en el lugar elegido con la cabeza hacia el Sur y las piernas al Norte,(recordemos que en nuestro hemisferio el elemento Tierra se señala al Sur); una vez tendid@ en el suelo separar ligeramente las piernas y mantener los brazos a los lados del cuerpo con las palmas hacia abajo (tocando la Tierra). En esta posición iniciar una respiración lenta y profunda por la nariz, sentir los aromas de la Tierra, de las hierbas; disfrutar de la respiración. Una vez relajados procedemos a la visualización de aquello que nos aqueja, si nos es más sencillo darle una forma y un color en nuestra mente. Llegado este punto visualizamos como ese malestar es absorbido por la Tierra que está debajo de nosotros. El malestar se va derritiendo y se filtra hacia el interior de la Tierra. Seguimos respirando profundamente, nos sentimos un poco más livian@s. Como si un gran peso nos hubiera abandonado. Luego visualizamos la energía de la Tierra entrando en nuestro cuerpo y renovándonos (en este punto es posible sentir un hormigueo o un escalofrío). Una vez cargad@s con la energía de la Tierra podemos incorporarnos lentamente, nos sentiremos en armonía y relajad@s.
Como siempre, no hay que olvidarse de dar gracias a la Naturaleza.
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