viernes, 29 de julio de 2011

Ritual de Imbolc para reparar un corazón roto


Este ritual solo puede realizarse en el nombre de uno mismo o en nombre de la persona que haya pedido tu ayuda explícitamente.
Su finalidad es curar un corazón herido, despojarse de malos recuerdos o sanar experiencias del pasado que nos impiden iniciar nuevas relaciones ya sea de pareja o de amistad.



Materiales:


- cartulina roja

- tijera y algo con que escribir

- recipiente con agua

- 1 sobre blanco
- los elementos habituales que usen para abrir el círculo sagrado


Procedimiento:

El día previo a la noche de Imbolc vamos a recortar un corazón de un trozo de cartulina roja. En uno de los lados escribiremos nuestro nombre y del otro todas las cosas que nos impiden entablar nuevas relaciones.
Luego colocaremos el corazón en el recipiente con agua y lo guardaremos en el freezer o congelador.

En la noche de Imbolc, un rato antes de realizar el ritual, vamos a sacar el recipiente de la heladera y lo vamos a dejar a temperatura ambiente hasta poder desmoldar el bloque de hielo con el corazón adentro. COlocaremos el bloque de hielo en un platito y lo llevaremos al espacio que vayamos a consagrar.

Abriremos el círculo, como lo hagamos habitualmente con el platito con el corazón congelado en el centro del altar (o lo que oficie de tal).
Una vez con el círculo levantado respiraremos con los ojos cerrados hasta sentirnos distendidos y en paz. En ese momento tomaremos el bloque de hielo con las manos (aunque esté muy frío) y vamos a decir lo siguiente:

"Mi corazón se libera del frío y se abre al amor. Esa es mi voluntad y mi deseo. Que así Sea"

Podemos repetir la fórmula tantas veces como creamos necesario para establecer el vínculo mágico.

Luego daremos gracias y depediremos a los Elementos y a los Dioses para cerrar el círculo.
El bloque de hielo lo dejaremos en el platito hasta que se derrita por completo.
A la mañana siguiente, tiraremos el agua por el desagüe y secaremos el corazón de cartulina. Luego, meteremos el corazón seco en el sobre blanco, lo cerraremos y lo guardaremos en un lugar seguro.
Cuando logremos iniciar nuevos vínculos quemaremos el el corazón de cartulina y esparciremos las cenizas al viento.

Imbolc


El Imbolc es el sabbat que se celebra entre el 1 y el 2 de agosto en el HS. Es un festival estacional que marca el momento más frío del año, caracterizado sin embargo, por el hecho de que los días se vuelven más largos y que los días soleados nos recuerdan que la primavera está próxima.
El Imbolc también se conoce como "La Candelaria" y puede definirse como el sabbat de las velas.
Estas velas se colocan en todas las habitaciones o en todas las ventanas y se dejan consumir durante la noche. La noche de Imbolc es propicia para purificar y consagrar las velas que pensamos usar durante el año.
Al día siguiente podemos realizar un ritual de bendición del hogar o una ceremonia de purificación para desterrar los malos pensamientos y las actitudes negativas.
Los Celtas consideraban que este día era una celebración del vientre de la Madre Naturaleza: brotan las primeras flores primaverales y la naturaleza comienza a despertar del sueño del invierno. Es un Sabbat especialmente adecuado para realizar actividades mágicas relativas al desarrollo, ronavación y fertilidad.
Representa la victoria de la luz sobre la oscuridad, así como la energía del Dios Sol.

jueves, 28 de julio de 2011

Ritual Wiccano de Purificación de las Cartas


Muchos de nosotros hemos elegido como método de adivinación el tarot o el oráculo. Ni bien adquirimos un mazo de este tipo de cartas debemos utilizar algún método de purificación.
A continuación les voy a detallar el que yo utilizo, que por supuesto no es el único pero puede servirles de guía a la hora de realizar o diseñar el suyo.

Materiales:

-1 vela blanca
-incienso purificador (puede ser varitas de sándalo y mirra, puede ser sándalo y mirra para quemar en un carboncito vegetal o puede ser una mezcla de romero, laurel y lavanda*
-1 recipiente con sal
-1 recipiente con agua
-1 paño de tela de algodón de unos 60 cm de lado más o menos preferentemente de color negro y de ser posible adquirido específicamente para este fin.
*La mezcla puede ser un preparado de hierbas purificadoras a gusto de cada uno.

El Ritual:

En una noche de luna llena vamos a extender la tela negra en el altar (si no tienen altar lo hacen en una mesa o en el suelo, da igual). La disposición de los elementos es la siguiente:

Norte – Vela
Este - Incienso
Sur – Sal
Oeste – Agua
En el centro colocaremos el mazo de cartas

Procederemos ahora a encender la vela e invocar a los cuatro Elementos.
De cara al Este:

Espíritu del Este, elemento del aire, yo invoco tu presencia en este ritual de purificación. En el nombre de la Diosa y el Dios.

Visualizaremos un cono amarillo que desciende sobre el altar. (un rayo, una onda, lo que les sea más sencillo visualizar) el color inunda todo a nuestro alrededor.

De cara al Norte:

Espíritu del Norte, elemento del fuego, yo invoco tu presencia en este ritual de purificación. En el nombre de la Diosa y el Dios.

Visualizaremos un cono rojo que desciende sobre el altar.

De cara al Oeste:

Espíritu del Oeste, elemento del agua, yo invoco tu presencia en este ritual de purificación. En el nombre de la Diosa y el Dios.

Visualizaremos un cono azul que desciende sobre el altar.

De cara al Sur:

Espíritu del Sur, elemento de la Tierra, yo invoco tu presencia en este ritual de purificación. En el nombre de la Diosa y el Dios.

Visualizaremos un cono verde que desciende sobre el altar.

Ahora que los cuatro Elementos están presentes de cara al Sur tomaremos una carta e imaginaremos en ella una energía gris que la rodea mientras vertimos sal en ella, la pasamos por el humo del incienso, por la llama de la vela y finalmente la rociamos con agua (lo importante es que tenga contacto con cada elemento; ojo con el agua, basta con salpicarla un poquito, la idea no es estropearlas si no están plastificadas). Mientras la pasamos por cada uno de los elementos visualizamos que esa energía gris se va difuminando hasta desaparecer.
Repetiremos este procedimiento con cada una de las cartas. Y las guardaremos en una bolsita de algodón o en una tela de algodón (yo elijo el color negro para esto pero no es excluyente) además puede introducirse en la bolsita un cristal de protección (cuarzo, amatista).
Una vez finalizado este ritual debemos despedir a los Elementos que tan amablemente nos han acompañado. Para ello haremos lo que al principio pero a la inversa:

De cara al Sur:

Espíritu del Sur, Elemento de la Tierra, te doy las gracias por tu presencia en mi ritual. Feliz Partida.

Imaginaremos que el color verde se eleva en el aire y desaparece.

De cara al Oeste:

Espíritu del Oeste, Elemento del Agua, te doy las gracias por tu presencia en mi ritual. Feliz Partida.

Imaginaremos que el color azul se eleva en el aire y desaparece.

De cara al Norte:

Espíritu del Norte, Elemento del Fuego, te doy las gracias por tu presencia en mi ritual. Feliz Partida. (o puedes ir en paz)

Imaginaremos que el color rojo se eleva en el aire y desaparece.

De cara al Este:

Espíritu del Este, Elemento del Aire, te doy las gracias por tu presencia en mi ritual. Feliz Partida.

Imaginaremos que el color amarillo se eleva en el aire y desaparece.


Nuestras cartas ya están purificadas. La sal, el agua y las cenizas se pueden desechar por el desagüe. La vela se puede reutilizar en otro ritual de purificación.

lunes, 4 de julio de 2011

Ritual wiccano del té

El propósito de este ritual, es agradecer a los Dioses por sus bendiciones durante todo el día, y pedirles que estén con nosotros durante el día que vendrá. Para meditar sobre las actividades del día y prepararse para el día siguiente. Pues bien, veamos qué necesitamos y cómo se realiza

Herramientas:
  • Vela roja
  • Hierba/s para el té
  • Tetera
  • Taza
  • Recipiente para el agua
  • Contenedor para hierba/s
  • El agua pura de manantial

Preparación:
Primero limpiaremos la taza y la tetera, mezclaremos las hierbas, si es que usaremos una mezcla, herviremos el agua de manantial y luego nos propondremos para la creación de un lugar tranquilo y privado en el que no se verá afectado nuestro ritual. Colocaremos la vela, el contenedor de hierbas, la tetera y la taza en el lugar en el espacio ritual, junto con el agua hirviendo. Luego de preparar todo esto, encienderemos la vela, y elevaremos la siguiente oración a la Diosa:

Diosa de gracia,
Tú que eres la Reina de los Dioses,
Lámpara de la noche,
Creadora de todo lo que es salvaje y libre;
Madre de la mujer y el hombre;
Amante del Dios Cornudo,
Protectora de todas las embarcaciones;
desciende, te ruego,
con tu rayo lunar poderoso
a mi rito.

Luego le diremos al Dios:

Ardiente Dios,
Tú que eres el Rey de los Dioses,
Señor del Sol,
Maestro de todo lo que es salvaje y libre;
Padre de la mujer y el hombre;
Amante de la Diosa Luna,
Protector de todas las embarcaciones;
desciende, te ruego,
con tus rayos solares poderosos
a mi rito.

Luego, con la punta del athame inserto en el agua hirviendo, o señalando con el dedo índice de la mano hábil, entonaremos esta bendición:

Oh, Señora de los arroyos de la montaña,
Oh, Señor de los claros del bosque,
pido a ustedes que bendigan y purifiquen esta agua
con los rayos solares y los rayos lunares.
¡Que así sea!

Con la punta de su athame -o con el dedo índice-, tocar las hierbas, entonando esta bendición:

Tú has crecido en favor del Sol, la Luna, y del rocío.
te ruego que me bendigas en este rito,
por tus virtudes que son infalibles.
Tú eres el rocío de todos los dioses,
el ojo del Sol,
la luz de la Luna,
la belleza y la gloria del cielo,
el misterio de la Terra:
yo te purifico para que lo que haga contigo en este rito,
utilizando tus poderes,
tenga un buen efecto y sus resultados sean rápidos.
Que así sea!

Poner las hierbas en la tetera y añadir el agua. Mientras que el té reposa, podemos decir una oración a los Dioses, dándoles las gracias por las bendiciones al final del día, y pedirles que nos bendigan en todo el día que vendrá.

Servir el té, y mientras se lo bebe, meditar sobre las actividades del día y cómo se reflejan en nuestra vida; meditar sobre nuestros planes para el día siguiente y para el futuro. Cuando hayamos terminado, le daremos gracias a la Diosa y al Dios por su presencia durante el rito diciendo:

Oh,
Sagrada Señora de la Luna,
Reina de la Noche;
Oh,
Sagrado Maestro del Sol,
Rey que iluminas mi camino cada día:
les doy las gracias por su presencia
y por las bendiciones dadas.
Feliz partida.
¡Benditos sean!