lunes, 25 de abril de 2011

Samhain. Parte I

Herman@s y amig@s, en menos de una semana estaremos celebrando la fiesta de Samhain, la celebración más importante, quizás, del calendario pagano. Con tal motivo, presentaremos en esta semana una serie de artículos informativos que nos permitan adentrarnos en el significado de esta fecha, así como también ver modelos de rituales y acciones propias de este tiempo.

Comencemos, pues, con un poco de historia. La palabra Samhain -del gaélico, cuyo significado se traduce como "fin del verano"-, señala la fecha en la que culminaban los días cálidos, para dar comienzo a la mitad oscura del año: el invierno. Por lo tanto, los antiguos pobladores del norte de Europa consideraron esta fecha como aquella que marcaba el inicio del año. Es una fecha alegre, pues nos habla de nuevos proyectos, de lo que vendrá. Sin embargo, al ser señal de inicio, posee la cualidad de señalar un final. Por lo tabto, también esta fecha señala el fin del año, y es un momento en el que muchos hacen un pequeño alto en el camino, para reflexionar sobre lo acontecido en el último año. Como se verá, esta fecha presenta dos caras: lo pasado y lo porvenir; la alegría del comienzo, y la reflexión sobre lo realizado.

Con el establecimiento del calendario romano, y luego de las conocidas modificaciones cristianas, Samhain coincidió con el 31 de octubre. Recordemos que para los celtas, en particular, el día comenzaba con la caída del sol, al igual que para los judíos. Así pues, a partir de la caída del sol del 31 de octubre, los antiguos paganos comenzaban a prepararse para vivir esta celebración tan especial.

"Este festival, que se recuerda en el mundo moderno como Halloween o All Hallows Eve -señala Cassandra Eason-, marcaba el inicio del año celta, que oficialmente comenzaba al atardecer del 1 de noviembre. Era una ocasión en la que se daba la bienvenida a los fantasmas del hogar, colocándose en la mesa familiar un plato de su comida favorita, a la izquierda. Esta costumbre continúa en la actualidad en México y en cierta medida en los países muy católicos, como Francia y España, y en Francia, el Día de Todos los Santos, 1 de noviembre, es un día festivo. En los primeros tiempos en muchos países se ponían ristras de ajo en la ventanas que miraban al oeste, y se abrían los postigos para permitir que los familiares muertos pudiesen entrar. Era también el momento en que el ganado era traído de las montañas para pasar el invierno, o bien guardarlos en establos o sacrificarlos por su carne, habiendo sido conducido entre dos fuegos a fin de purificarlos. Estos fuegos también sirvían para ahuyentar los malos espíritus que se creía se esconden en la transición del año. La comida era almacenado para el invierno. El temor a lo desconocido y el mal se han enfocado en torno a esta fiesta: nuestros antepasados ​​proyectaron sus inquietudes a las brujas malas y las hadas malévolas que pueden estar alejados por una linterna o "Jack", una vela en una calabaza o nabo. El nombre deriva de un legendario Jack, quien se creía escapó del infierno y fue obligado a caminar para siempre en el limbo, llevando un carbón encendido.[...] Este es un momento propicio para hacer obras de caridad, llevar adelante iniciativas para ayudar a la familia, los ancianos, los enfermos [...] preservar los antiguos lugares sagrados y el patrimonio cultural del mundo, incluyendo la sabiduría de los pueblos indígenas."

Por su parte, Denise Zimmermann y Katherine A. Gleason nos dicen: "Para las brujas, esta fiesta tiene un tono bastante diferente de lo que cree el público en general. Samhain, en lugar de ser un festival de consumo excesivo de azúcar, es un evento de profunda y conmovedora espiritualmente. Se conmemora la muerte del Señor y también el inicio de un nuevo año. En Samhain, las brujas celebran una fiesta en honor a los muertos [...] usted puede dar reverencia a todas las personas que han fallecido en el presente año y reflexionar sobre cómo sus vidas impactaron en las vidas de los demás. También puede pensar en su propia vida y sobre la manera en la que puede crecer para ser una mejor persona. [...] En esta fecha, el velo que existe entre los vivos y los muertos se dice que es muy delgado. Esto lo convierte en una gran noche para comunicarse con los muertos y la mejor noche del año para la adivinación y la comunicación espiritual."

Como se puede apreciar, una de las claves de esta celebración es el recuerdo de aquellos familiares y amigos que han fallecido, es decir, que sabemos que no están en este plano de existencia pero que sabemos nos acompañan igual. De ahí la importancia de la segunda clave de esta celebración: el contacto con los espíritus y la adivinación. Pues bien, sobre estos dos puntos hablaremos en el sigueinte artículo.

Muchas bendiciones!!


Fuentes: Living Wicca, Scott Cunningham; A practical guide to witchcraft and magic spell, Cassandra Eason; Idiot's guide to Wicca and witchcraft, Denise Zimmermann-Katherine A. Gleason

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